Dos graduados de la UTNBA al frente del primer café “inteligente” de Latinoamérica

En Uruguay 953, en la Ciudad de Buenos Aires, funciona Bitcoffee, la cafetería de Matías Caputi y Hernán Cassinelli, graduados de la carrera de Ingeniería en Sistemas de Información de la UTN Buenos Aires. Los emprendedores, amigos desde la infancia, desarrollaron hace algunos años una aplicación, PRESTO, para bares y restaurantes, que proponía un sistema para ver el menú en varios idiomas, hacer el pedido, llamar al mozo y pedir la cuenta, entre otras prestaciones. Si bien el proyecto tuvo buena recepción y está funcionando en la actualidad en algunas conocidas cadenas de cafeterías, encontraron mucha “resistencia al cambio” por parte de la comunidad gastronómica para implementarlo en nuevos lugares.

Fue así como decidieron abrir su propio bar, con impronta tecnológica.  “Hicimos una cafetería como creímos que tiene que ser en la actualidad, el café del futuro hoy”, cuentan. La propuesta es un espacio donde se implementan boxes con pantallas táctiles donde los clientes acceden a una carta digital, desde la cual se puede acceder al menú del bar con gráficos, imágenes y promociones. Los clientes realizan el pedido desde la carta digital y este llega automáticamente a la caja y a la cocina. El pedido se prepara de inmediato, el cliente paga y lo retira al instante. “Por medio de la carta digital desglosás el proceso de decisión que en otras cafeterías, como Starbucks o Mc Donalds, te genera un cuello de botella en el puesto de atención”, explica Matías.

En Bitcoffee, la cartelería es digital, permitiendo de esta manera modificar promociones al instante y evitar la impresión en papel. Cerca de las mesas hay enchufes para dispositivos portátiles y cargadores para celulares.

Para el mundo gastronómico, aseguran, este modelo representa diversos beneficios: “Por un lado, se optimizan los puestos de atención. Por el otro, no se imprimen piezas en papel, es todo digital, con lo cual puede realizar modificaciones en el menú, agregar productos, renovar promociones y actualizar las tarifas al instante. Además, tiene un alto control de lo que pasa en el local porque todo queda registrado”, comentan los tecnológicos emprendedores.

Desde hace pocos meses, además, incorporaron como un medio de pago adicional, la moneda digital, el Bitcoin, que “tiene ventajas como la transferencia directa y casi instantánea del dinero, que no pasa por ningún banco y no hay que hacer cambio de moneda, en el caso de los extranjeros, -explican-. Es un medio de pago bueno para cerrar un circuito digital; se pide y se paga con tecnología. Somos los primeros en Latinoamérica en tener este tipo de soluciones”.

La recepción por parte de la clientela fue positiva. “Teníamos una incertidumbre muy grande pero nos dimos cuenta que había un público bastante amplio para estos lugares, –sostienen-. Es un bar con tecnología, donde la tecnología no es invasiva. Aplicamos lo que estudiamos no solo en la programación o informatización;  un sistema es un TODO. Esto se puede ver desde cómo pensamos la tecnología pero también en cómo organizamos la disposición del local, por dónde entraba la gente, cómo era el flujo. Más que un sistema pensamos un modelo”. En ese sentido, reconocen que el objetivo es, en el mediano plazo, expandir la franquicia.

Tanto Matías como Hernán destacan la motivación que tuvieron desde la Facultad. “La UTN es una Facultad de excelencia, me formó muy bien, y creo que me dio las herramientas que necesitaba para desarrollar lo que estamos haciendo ahora, porque tiene un enfoque más emprendedor que otras universidades. La mayoría de los emprendedores que conozco son de la UTN”, cuenta Matías.

Por su parte, Hernán aporta: “Trabajamos en varias empresas y siempre notamos que los graduados de esta Universidad tienen una consideración especial, son muy reconocidos y demuestran esa consideración con su trabajo”.