La UTN Buenos Aires, sede argentina de la SNAME

The Society of Naval Architects and Marine Engineers Argentinean Student Section es un ente internacional que agrupa a estudiantes, graduados y profesionales vinculados con la Ingeniería Naval. Silvina Logarzo, graduada de la carrera de Ingeniería Naval, y Agustín Ibarra, estudiante del 5º  año en la UTN Buenos Aires, son miembros de ANTU, la sección estudiantil que representa al SNAME en Argentina y que, desde 2012, tiene su sede en la UTN Buenos Aires.

“Arranqué la Facultad en 2008 y elegí Ingeniería Naval porque venía de un colegio industrial y tenía una marcada afición por la parte técnica. Cuando empecé a indagar en las carreras vi que existía Naval, y como siempre me había llamado la atención el agua, decidí entrar a la carrera. Ingresé por curiosidad y hoy, que ya estoy en quinto año, puedo decir que me encanta y me apasiona”, comenta Ibarra.

Desde 2012 la UTN Buenos Aires, con el apoyo de Ingeniería Naval es sede de la SNAME. “La SNAME es una sociedad sin fines de lucro que nuclea a Ingenieros Navales o Ingenieros Marítimos, y que se encarga de fomentar la investigación científica y todo aquello que atañe a la industria naval en el mundo. Es una sociedad internacional que tiene representación en todos los estados de Estados Unidos y que al mismo tiempo cuenta con varias representaciones estudiantiles en Europa y Asia. Acá en América Latina tiene sedes tanto en Argentina como en Ecuador. Nosotros desde 2012 logramos tener la representación de esta sociedad en la UTN BA. A partir de ese momento comenzamos a realizar distintas actividades y el espacio fue creciendo y fue sumando gente”, ilustra Logarzo.

“A partir de nuestro trabajo con SNAME se abrieron muchas puertas, incluso tuvimos participaciones en Congresos Internacionales. Fuimos a Estados Unidos a compartir experiencias: fue una jornada muy valiosa, ya que intercambiamos conocimientos y nos cruzamos con estudiantes y  futuros colegas de otras partes del mundo. Ser parte de SNAME representa un acercamiento real al desarrollo laboral de un ingeniero naval, ya que los trabajos que se suelen hacer son internacionales y la carrera brinda herramientas para eso”,  manifiesta Ibarra. “Cuando uno sale afuera, a compartir experiencias y conocer otros colegas, regresa con una imagen muy positiva de la formación que tenemos acá en Argentina”.

Uno de los temas centrales en la carrera de Ingeniería Naval tiene que ver con la integralidad en la formación de los profesionales. “Un barco es una estructura de acero, por lo que se requiere conocer de cálculo de estructuras. A su vez tiene un motor en su interior, que es lo que lo propulsa, por lo tanto también tenemos que saber de motores. Al mismo tiempo un buque cuenta con una serie de sistemas, que son los que controlan la mayor parte de las variables del motor, y como ingenieros navales también tenemos que saber de electricidad, ya que hay que contemplar la iluminación, la generación eléctrica. Asimismo un buque navega, por lo que tenemos que saber gestionar todos los servicios que necesitan las personas para vivir, ya sea comida, o camarotes”, explica Logarzo. “Nuestra formación no se reduce a la técnica, existe también un área normativo-legal que es necesario conocer y cumplir, ya que hay normativas y reglamentaciones particulares de cada país y el Ingeniero Naval tiene que estar al tanto de todo esto”, concluye Ibarra.