La UTN Mendoza instaló una planta de tratamiento de agua en el Aconcagua

Se alimenta de energía solar y también trata los efluentes cloacales. Para poder instalarla en apenas un día, los alumnos ensayaron su ensamble durante un mes.

Publicada el 24 de abril de 2017. Categorías: Académica, Estudiantes, Todas las noticias. Etiquetas: , , , .

En el mes de febrero, la UTN Facultad Regional Mendoza instaló en el cerro Aconcagua una planta de tratamiento de efluentes cloacales y de mejoramiento de la calidad del agua, alimentada con paneles solares.

Graciela Affranchino, Directora del Departamento de Ing. Química y del laboratorio de Análisis de Agua y Suelo de la UTN Facultad Regional Mendoza, que llevó adelante el proyecto “Mejora en las condiciones socioambientales, implementación de servicios sanitarios sustentables en el Parque Provincial Aconcagua”, explicó que el objetivo es que todas las actividades en un determinado lugar sean sustentables en el tiempo.

La planta se instaló en el Campamento Confluencia, ubicado a 3.400 metros de altura sobre el nivel del mar, el primero que encuentran quienes escalan el Aconcagua: “Ahí es donde hay un grupo de guardaparques, médicos, y privados que brindan servicios para los andinistas”, explicó la Directora del proyecto.

En un principio el proyecto tenía como objetivo instalar una planta de tratamiento de efluentes cloacales alimentada con paneles solares, y proveer de mayor cantidad de energía al lugar a través de generación eólica. “Cuando llegamos al lugar, e hicimos el reconocimiento, detectamos que la calidad de agua que se consume es de muy mala calidad. No porque sea impura sino porque tiene mucha concentración de Magnesio y Sulfato. Y el sulfato de magnesio te produce diarrea, -sostuvo Affranchino-. Quienes suben al Aconcagua tienen que pasar por el Campamento. Normalmente pasan el día y tratan de ambientarse, porque muchas veces la gente va poco preparada y tiene que pasar al menos una noche en altura como para que el cuerpo se vaya adecuando a las condiciones de poco oxígeno que hay. Algunos tienen una deshidratación aguda ya en el campamento Confluencia, otros se descomponen, y otros siguen en mal estado y se descomponen más arriba”.

Antes de instalar la planta se realizaron mediciones y simulaciones que arrojaron resultados negativos: la planta no funcionaría a esa altura. Pero los ingenieros de la Facultad Regional Mendoza hicieron los ajustes necesarios para que se pudiera llevar adelante. “Fue un reto, porque las plantas se pueden poner en cualquier lado. Pero a 3.400 metros de altura todos los estudios sugerían que no funcionaría. Sin embargo, se armó de tal manera que logramos el objetivo. Eso para nosotros es un triunfo”, explicó Affranchino.

La planta comenzó a funcionar en febrero y se pudieron realizar mediciones durante un mes, las cuales le permitieron al equipo sacar conclusiones para terminar de instalar la planta de tratamiento de efluentes este año, y un aerogenerador para potenciar los paneles solares.

El proyecto beneficia al grupo de guardaparques y a una población estable de unas 30 personas del Campamento Confluencia, a los que se suman unas 7 mil personas que suben año a año al Aconcagua. Con la instalación de la planta, además, el Parque comenzó a disponer de energía durante todo el día y no sólo durante la mañana como hasta ese momento. Y se sumaron nuevos servicios al de comunicación: el acceso a mirar videos, televisión y tener mejor iluminación

“Antes disponían de una energía muy acotada, solo en la mañana, y todo lo relativo a la comunicación desaparecía en la noche. Hoy por hoy, lo tienen todo el día porque también pusimos baterías para que se acumulara la energía y pudieran utilizarla cuando lo necesitaran”, sostuvo la directora del proyecto.

Del proyecto participaron además de la Directora, Ing. Humberto Vinante; el Ing. Eduadro Barbeito; el Ing. Eugenio Fisicaro; y 11 estudiantes que fueron entrenados por Vinante para poder montar la planta en dos horas. “Los estudiantes tuvieron que ir ordenados, teniendo en claro lo que tenían que hacer. Tenían que llegar, armar, y bajar todo el equipamiento, en dos horas. No había que perder tiempo por lo que practicaron durante todo un mes, abajo. Estaban separados por grupo y cada grupo hacía una actividad. En un mismo día instalamos una columna meteorológica, los paneles y las plantas de agua”, concluyó.

AYUDANOS A COMPARTIR ESTE CONTENIDO