Se reinauguró el subsuelo de Campus

Se construyeron 15 aulas nuevas, se renovó la instalación eléctrica, se reacondicionaron pisos y paredes, y se incorporó una nueva vía de evacuación. La obra demandó una inversión de más de 2.800.000 de pesos.

Publicada el 5 de septiembre de 2013. Categorías: Institucional, Orgullo UTNBA, Todas las noticias. Etiquetas: , , .

Con la presencia de autoridades del Rectorado de la Universidad, se reinauguró ayer el subsuelo de la Sede Campus, afectado por la inundación del pasado 2 de abril. La readecuación de este sector se realizó en tiempo récord, ya que, en todo momento, el objetivo fue que esta inundación no afectara la actividad académica. Se construyeron 15 aulas nuevas, se renovó la instalación eléctrica, se reacondicionaron pisos y paredes, y se incorporó una nueva vía de evacuación. La obra demandó una inversión de más de 2.800.000 de pesos.

A raíz de esta situación la UTN Buenos Aires adelantó la migración de los Laboratorios de Física prevista en su Plan de Obras. La planificación de este espacio se trabajó en conjunto con el Departamento de Ciencias Básicas, atendiendo a las necesidades y especificidades de su uso. El proyecto contempla la construcción del edificio contiguo a los laboratorios de civil, eléctrica y mecánica que, en una primera etapa, contará con 1.200 m2 destinados al laboratorio de física. El edificio se ampliaría en próximas etapas.

El Decano de la UTN Buenos Aires, Ing. Guillermo Oliveto, se dirigió a toda la comunidad tecnológica:

“La idea es compartir con ustedes este momento, porque hace 5 meses solamente vivimos un muy duro momento en la Facultad. Quiero agradecer la presencia de todos ustedes. La presencia de nuestro Rector de la Universidad, Ing. Héctor Brotto, que desde el primer momento se puso a nuestra disposición; la presencia de secretarios y subsecretarios de la Facultad; la presencia de decanos de otras regionales (el Ing. Pablo Rosso, de la Facultad de Villa María); la presencia del gremio Docente. Es decir, pensar que es algo que afectó a la UTN Buenos Aires; pero que la Universidad lo vivió en carne viva, en carne propia, como una situación que le pasó a toda la Universidad.

El 2 de abril, lo primero que me salió fue llorar, porque la situación era horrible: el agua superaba el techo. Evidentemente nos dimos cuenta que todo lo que había abajo estaba perdido. Pero desde ese mismo momento empezamos a generar acciones que fueron concatenadas. Armamos un Comité de Crisis. El área más afectada era la perteneciente a Física, que estaba funcionando en este sector. También había un Laboratorio de Procesamiento de Señales e Imágenes. Y había mucha documentación.

Armamos el Comité, primero empezamos a trabajar en tratar de sacar el agua. Contratamos bombas, empezamos a trabajar. Hubo gente que se quedó a dormir acá. Lo que vivimos en esos días fue realmente conmovedor, fue único. Lo que vieron en las imágenes fue solo una parte de lo que realmente se vivió. Fue toda la comunidad mancomunada trabajando para solucionar un problema. Así fue como vaciamos en tiempo record el subsuelo. Pudimos hacer un relevamiento de los daños. Empezamos a trabajar en retirar todo lo que había sido afectado. Ahí se armaron grupos de estudiantes, de graduados, de no docentes, de docentes, que trabajaron sábado y domingo a destajo, limpiando cada cosa.

Era conmovedor ver cómo se limpiaban materiales que tenían mucho valor; y también materiales que tenían poco valor económico, pero un gran valor sentimental porque habían sido generados por un profesor en algún momento de la historia de esta Facultad.

Y eso nos llevó a terminar de sacar todo y empezar a trabajar. Ese mismo día una de las primeras llamadas que recibí fue la del Rector, que puso a disposición todo el Rectorado para poder ayudarnos en el trabajo y en la reconstrucción.

En esos mismos días tuvimos una fuerte exposición mediática, vinieron distintos canales de televisión, radios. Esa misma exposición hizo que esto explotara por distintas redes sociales. Eso aumentó la cantidad de gente que se puso a nuestra disposición para poder trabajar y solucionar este problema.

Me llamaron varios decanos, para ponerse a disposición, en el Consejo Directivo y en el Consejo Superior. Justamente el Ing. Pablo Rosso me pidió si lo autorizaba a darle mi celular al Secretario de Políticas Universitarias (Abog. Martín Gill), y a los diez minutos me estaba llamando el propio Secretario para también ponerse a disposición y así reconstruir lo que se había destruido.

Así fue como seguimos avanzando en la reconstrucción. Y en cinco meses ya estamos inaugurando las aulas. A partir de ahí, además, presentamos ya en la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación, el proyecto que va a constar en una primera etapa de 1200mts cuadrados, que van a estar ubicados contiguo a los Laboratorios de Ingeniería Civil; y ese Laboratorio va a permitir la mudanza definitiva del personal de Física.

En esto quiero destacar que, cuando empezamos a trabajar con el Comité de Crisis, nos comprometimos todos a, no solo reponernos ante la adversidad; sino en la medida de lo posible, a sacarle ventaja a la adversidad, y lograr algo mejor que lo que teníamos antes de la inundación. Y eso ya estamos empezando a lograrlo.

Y otra cosa que se vio fue la enorme solidaridad; porque todos los departamentos se pusieron a disposición de la gente de Física para poder solucionar el problema con espacio físico disponible, para que ningún estudiante viese comprometido su año académico a partir de la imposibilidad de realizar trabajos prácticos.

Y así es como al día de hoy las actividades casi son normales. Prácticamente estamos llevando adelante las actividades de Física I, de Física II, de Física Electrónica con normalidad. Como si no hubiese pasado nada. Y eso es lo que más nos interesó desde un primer momento.

Con estas aulas vamos a poder reorganizar y darle un lugar al área de Física; o sea volver a ocupar un espacio transitorio a sus Laboratorios, para que cuando esté terminada la obra, sí avancemos en el espacio definitivo.

Yo fui estudiante de esta casa; soy graduado de esta casa. Cuando me llamaron para decirme lo que había pasado dije se inundó mi casa. No tenía ninguna otra cosa para decir, porque es mi casa. Y lo que hice yo, y la gente que me acompaña, fue exactamente lo mismo que hubiéramos hecho si se hubiera inundado nuestra casa. Ese fue el espíritu que nos movió desde el primer momento, y ese es el espíritu que nos mueve todos los días.

Estamos inaugurando aulas, no un laboratorio de última generación. Pero en realidad, lo que estamos haciendo, es reafirmar nuestra vocación de que no nos venza una tormenta. De que somos una Universidad de Ingeniería, la más grande del país, y no nos vence la adversidad. Y encima tratamos de sacarle ventaja a esa adversidad. Es el espíritu que nos movió todo el tiempo; y ese es el espíritu que todo el tiempo nos sigue moviendo.

Inaugurar, para nosotros, termina siendo una excusa para compartir con ustedes esta cuestión de solo nos llevó cinco meses recuperar el espacio perdido. Y eso es una muestra de la voluntad, de la férrea voluntad y la fuerza que tiene esta comunidad. Lo que nos probamos a nosotros mismos, en estos meses, es lo que somos como comunidad. Y acá, no docentes que no les importó el horario, y se quedaron hasta cualquier hora para poder solucionar problemas. Estudiantes que acamparon y durmieron en la sede. Graduados que se enteraron por la televisión y vinieron a ayudar. Docentes que dejaron de hacer lo que estaban haciendo para venir a trabajar. Todos en un concepto de comunidad. Es lo que nos hace fuertes.

Y yo les aseguro que eso es lo mismo que pasa en cada una de las 29 regionales de nuestra querida Universidad Tecnológica Nacional. La UTN es un sentimiento, no es otra cosa. Ese sentimiento es el que nos une hoy. Felicidades, y felicitaciones a cada uno de ustedes”.

Luego, el Rector de la Universidad Tecnológica Nacional, Ing. Héctor Brotto, aseguró que “la única verdad es la realidad. Hoy estamos acá, parados, donde hace cinco meses no se podía entrar”, y expresó: “estoy seguro que nuestra Universidad ha avanzado por la calidad humana de las personas que tiene al frente como autoridades, de los claustros y fundamentalmente de los alumnos que son el sentir y la realidad por la cual tenemos existencia como Universidad”.

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