Discurso de la posgraduada destacada, Mg. María Laura Lefèvre.

Emitido el miércoles 17 de mayo en la segunda colación de posgrado.

Publicada el 18 de mayo de 2023. Categorías: Todas las noticias.

 

“Bueno, ¡qué nervios!. Buenas noches. ¿Qué diálogo hoy, no? ¿Cómo se sienten los graduados? ¿Nerviosos, ansiosos, emocionados, aliviados, orgullosos? ¿Todo eso, no?
Antes de comenzar, quisiera agradecer la invitación que me hizo la Facultad para brindar estas palabras de apertura en nuestra entrega de diplomas. Y quiero ampliar el agradecimiento a la Universidad por ponernos a disposición las herramientas, el conocimiento, los expertos y todo lo necesario para formarnos profesionalmente, siendo este el rol más valioso para nuestra sociedad.
Además del conocimiento, nos enseñó el respeto y el trabajo en equipo, el valor de las distintas habilidades y perfiles que ayudan a llegar más lejos con un proyecto común. Así que agradezco al decano, el Ing. Guillermo Oliveto en nombre de toda la Facultad y a todas las autoridades, a todos los profesores que han dejado una marca con cada conocimiento que nos han brindado, y en especial mención a los que fueron los directores de mi tesis, la Dra. Yanina Sánchez y el Dr. Esteban Colman. Todos ellos tienen toda mi admiración.
Personalmente siento un enorme orgullo de haber transitado toda esta experiencia acompañada de mi familia, mi marido, mi mamá, mis hermanas y mi hija, Francisca, porque fueron la razón, el espíritu y el brazo que me dio soporte para que esto ocurriera. Pero no fue fácil, no sé si coinciden conmigo los graduados. Estudiar una carrera de posgrado mientras continuamos trabajando,
continuamos atendiendo nuestros hogares, nuestra familia, y teniendo que dedicar horas de descanso al estudio y a las cursadas. Eso como mínimo porque cada uno imagino que tiene, sabe todos los esfuerzos que hizo para llegar a estar hoy acá.
A pesar de eso, me pongo a pensar en todo lo vivido y mi memoria me dice que fue una excelente experiencia en la Facultad. Me voy llena de buenos recuerdos. En mi caso, cursé antes de la pandemia, por suerte, lo que me permitió vivir en persona la experiencia y hacerme de nuevos mejores amigos. Algo que pensé que no iba a volver a ocurrirme después de la secundaria.
No solo me voy llena de conocimientos, sino que también llena de cariño y de anécdotas. Entonces, me sorprendo de lo increíble del ser humano, lo resiliente que somos. Nuestra capacidad de recuperarnos ante las dificultades. Mirando desde lejos, vemos y recordamos los buenos momentos vividos y los duros los minimizamos. En definitiva, esos son los que nos hicieron más fuertes.
Como cuando tuve a mi hija, todo lo bueno de ser mamá,  hizo que me olvide esos primeros meses caóticos. Eso me pasó con la maestría. Las largas horas de estudio, llegar tarde a casa, cansada, con hambre, o lo mucho que me costó la tesis, lo mucho que me costó. No paraba de decir, bueno, hoy me quedo para terminar la tesis. ¿Cuántas veces lo había hecho? Creo que abandoné un par de veces, incluso. Pero todo hizo que hoy esté más orgullosa de mi título y, sin duda, más segura profesionalmente.
Entonces, ciertamente nos merecemos todos los que estamos hoy este reconocimiento especial, gracias a nuestra perseverancia y a toda la fe que nos tuvieron nuestros seres queridos. Estamos preparados y listos para nuevos desafíos. Celebro con ustedes, mis compañeros, nuestro triunfo, formar parte de esta Universidad, que para los que nos graduamos deja huellas en nuestro futuro personal y profesional. Y los invito a seguir formándose para hacer de este mundo un mundo mejor, aunque sea una frase trillada. Sean curiosos e inquietos, no dejen de ocuparse y preocuparse por ustedes mismos.
Felicidades, graduados”.

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