Líderes Tecnológicos en la UTN Buenos Aires

La UTN Buenos Aires tiene la responsabilidad de formar los líderes tecnológicos destinados a desempeñarse en altas esferas de importantes organismos del país.

Publicada el 24 de noviembre de 2015. Categorías: Graduados, Orgullo UTNBA, Todas las noticias.

La UTN Buenos Aires tiene la responsabilidad de formar los líderes tecnológicos destinados a desempeñarse en altas esferas de importantes organismos del país. En esta nota, cuatro graduados de la Casa nos brindan su opinión respecto a la actualidad y la proyección de la profesión; además de una visión estratégica de sus ámbitos de acción y del país en su conjunto.

A medida que la tecnología avanza sobre cada vez más esferas de la vida privada y pública de las personas, se torna necesario que la sociedad sea liderada por agentes vinculados a ella. Los líderes de hoy no sólo deben contar con el carisma y la capacidad de conducción tradicionales; sino que se vuelve fundamental que sean capaces que capitalizar las ventajas que brindan los avances tecnológicos, a fin de derramar esos beneficios hacia toda la comunidad. Con el crecimiento de la tecnología actual, veloz y dinámico, la figura del Líder Tecnológico se extiende a nuevos ámbitos y se torna omnipresente de cara al futuro inmediato.

En este marco, el rol de la UTN Buenos Aires como formadora de ingenieros es fundamental, ya que sus aulas son transitadas por los líderes tecnológicos del mañana. Actualmente, graduados de la Casa ocupan importantes cargos en diversos espacios donde la tecnología tomó mayor importancia; y en un contexto donde se hizo evidente la necesidad de que la Argentina forme más y mejores ingenieros. Siguiendo una de las principales directrices que dejó el Foro Mundial de Educación de Ingeniería WEEF 2012, desarrollado en Buenos Aires, los nuevos ingenieros deben superar el paradigma tradicional de la formación técnica; capacitándose estratégicamente en diversas áreas multidisciplinares, como los son la gestión, los negocios, el liderazgo, la responsabilidad social y el desarrollo sustentable, entre otros.

“Desde mi punto de vista, un Líder Tecnológico es un profesional cuyo conocimiento sobre la tecnología y las distintos artes de la Ingeniería le permiten tomar decisiones y aportar ideas sobre cómo ponerse al servicio de cualquier proceso, ya sea industrial, tecnológico, social o humano” opina el Ing. Diego Pazos, graduado de Ingeniería Electrónica y Gerente de Operaciones de la Estación Mendoza de la Agencia Espacial Europea (ESA); a lo que suma la importancia de “tener visión a futuro, que permita fijar objetivos y metas claras hacia dónde debe evolucionar la tecnología que domina”.

El Ing. Gabriel Marcolongo, graduado de Ingeniería en Sistemas de Información de la UTN.BA, docente, emprendedor y fundador de exitosas empresas de base tecnológica, define: “Para mí, un Líder Tecnológico es aquella persona que logra generar el cambio mediante el uso de la tecnología. Debe tener muchas virtudes; desafiar el status quo; capacidad de asumir riesgos; perseverancia ante los obstáculos; y carisma, para convencer a los otros sobre los beneficios de alcanzar su visión”. El Ing. Pablo Reale, Ingeniero Electricista y Presidente de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (UIPBA), refuerza esta idea: “Entiendo como Líder Tecnológico a aquél individuo que, consciente de la importancia que tiene el manejo adecuado de la tecnología dentro de un entorno competitivo; tiene la capacidad de motivar a los decisores de los sistemas productivos para que asuman la variable tecnología como estratégica en su negocio”.

El  Ing. Andrés Cavallari, graduado en Ingeniería Química y Gerente General de Retail (EESS) en Shell Argentina, agrega que “ese liderazgo debe estar presente en cada etapa del proceso productivo; el factor tecnológico, si bien será la huella, no es la única dimensión que permitirá alcanzar el éxito; existe el marketing, la excelencia operativa, tener un buen equipo de trabajo, un diseño organizacional efectivo, valores corporativos destacables, una cultura de la salud, la seguridad y la protección del medio ambiente; además de valores personales muy fuertes y nobles”.

Según estas miradas, el conocimiento, la actitud y la visión estratégica aparecen como atributos indispensables que debe poseer hoy un Líder Tecnológico. Sobre cómo se vinculan estas capacidades con la formación propia de un Ingeniero, el Ing. Cavallari explica: “Mi formación como Ingeniero me permitió abordar situaciones y problemas de forma estructurada en mi carrera comercial; me enseñó que los números se tornan fundamentales en cualquier negociación; aprendí a estar en contacto con todas las etapas de la producción; y, en mi caso, el hecho de comprender los desafíos asociados al proceso productivo permitieron interacciones más beneficiosas con mis colegas. En mi rubro, mi formación me complementa en aspectos de construcción, mantenimiento, y operación, entre otros”. Diego Pazos refuerza esta idea, al agregar que “es muy importante que un Ingeniero haya estado antes en el campo de acción para poder tomar decisiones técnicas de alto nivel. Cumple con las condiciones necesarias para puestos gerenciales; asimismo, en la actualidad las empresas buscan líderes naturales, con aptitudes para motivar a su equipo y automotivarse permanentemente con el fin de lograr un desarrollo profesional y mejores resultados a nivel grupal”.

De esta manera, a la premisa tradicional de formar cuadros técnicos, se suma la necesidad de formar líderes; idea cada vez más arraigada en la UTN.BA. Así, no sólo el perfil gerencial; sino que también el perfil emprendedor de un profesional necesita de la formación ingenieril. “Soy un convencido, la formación de un Ingeniero ayuda enormemente al momento de emprender porque estamos preparados para resolver problemas. Y en esa búsqueda aparecen las nuevas oportunidades de negocios”, comparte Marcolongo, Co-fundador y Director de Incluyeme y Yeuuu. El Ing. Reale agrega: “Mi formación como Ingeniero fue el sustento para mi primer emprendimiento y actualmente mi actividad sigue vinculada a la Ingeniería; articulada en la continua gestión de la innovación en mi empresa y en la Unión Industrial”.

Diego Pazos, destaca su paso por la UTN Buenos Aires como diferencial: “En nuestra Facultad, no hay estudiantes que trabajan; sino que hay trabajadores que estudian. Eso nos da un perfil muy práctico y resolutivo”. En sintonía, Reale agrega que “la característica de universidad de los trabajadores que siempre sostuvo y defendió la UTN es determinante, además de su carácter federal que permite conocer diferentes realidades productivas locales. Esto, sumado a un claustro docente altamente vinculado al sistema productivo, resulta ser una posibilidad real de comprender e interpretar el mundo de las PyME y su entremado”. Sobre la UTN Buenos Aires en particular, Cavallari agrega “la excelencia académica y pedagógica, la actualización permanente de planes de estudio, la sofisticación tecnológica y el permanente contacto con los alumnos y con sus necesidades”, como rasgos determinantes.

Opinión autorizada: diagnóstico y visión estratégica

 Tanto Marcolongo, como Pazos, Reale y Cavallari se transformaron luego de graduados en lo que aquí llamamos Líderes Tecnológicos, cada uno en su rubro. Con el correr de los años, adquirieron una visión estratégica respecto a sus ámbitos particulares, y su vinculación con la situación del país. El Ing. Cavallari expone: “El sector energético fue, es y seguirá siendo uno de los más relevantes del país por su escala, trascendencia y complejidad. Para poder seguir acompañando el crecimiento de la economía, será necesario producir cada vez más energía. Para ello tendremos que fortalecer la matriz energética existente, hoy constituida fundamentalmente en los hidrocarburos fósiles como son el petróleo y el gas, lo cual constituye una debilidad sumada a que su producción ha declinado en la última década. Debemos desarrollar otras fuentes de producción de energía; hidráulica, biocombustibles, eólica y solar, en las cuales el país tiene un potencial inmejorable. Hay grandes posibilidades de desarrollar nuevos reservorios de gas y petróleo tales como Vaca Muerta. Tenemos los recursos, tenemos excelentes profesionales, tenemos el know-how y tenemos la capacidad técnica de hacerlo. Si se dan las condiciones que generen confianza al mercado, vendrán las inversiones que materializarán nuestro enorme potencial energético”. El Ingeniero agrega un aspecto fundamental, “la sustentabilidad”, que “en la naturaleza del concepto de desarrollo no puede estar ausente. Debemos comprometernos en proteger el medio ambiente”.

Por su parte, desde su campo de acción, Gabriel Marcolongo considera “imprescindible que fomentemos el emprendedorismo y la innovación para poder desarrollar nuestro país. Tenemos un país rico, de gran capital humano, lleno de oportunidades y a la vez con grandes problemas por solucionar, entre ellos una economía con reglas de juego en constante cambio”, y agrega: “El argentino es innovador al momento de buscar soluciones. Tenemos que generar las condiciones para que esa innovación pueda desarrollarse localmente. No es casualidad que las únicas dos empresas tecnológicas de toda Latinoamérica que lograron cotizar en NASDAQ hayan salido de nuestro país, MercadoLibre y Globant; aún en una economía mucho más pequeña que Brasil y México. Tenemos talento y debemos aprovecharlo para generar mejores condiciones de vida para todos”. En este contexto, para Gabriel es imprescindible “incentivar el crecimiento de las PyME y de los micro emprendimientos. En la Argentina no existe la figura de la empresa naciente. En Chile se les brinda un marco legal bajo la figura de Sociedad Por Acciones. Esta sociedad se construye en un día y por Internet, lo mismo ocurre en los Estados Unidos. En Argentina lleva entre 3 y 6 meses, con costos cuatro veces mayores que en esos países. Necesitamos formas ágiles de gestión. Con las actuales restricciones en la economía, al momento de ingresar y egresar divisas; los fondos internacionales de inversión deciden canalizar sus capitales en otros mercados. Logrando normalizar la economía podremos recibir muchas inversiones en un contexto más dinámico”, explica.

El Presidente de la UIPBA, Ing. Reale, refuerza la idea de Marcolongo: “En la Argentina tenemos una impronta emprendedora, en especial en los jóvenes” y destaca:El 60% de las 170.000 empresas creadas desde 2003 fueron encabezadas por jóvenes, más de la mitad por mujeres. Argentina está 15ª entre los 55 países que evalúan el ámbito propicio para el desarrollo de emprendedores. Esta es una gran fortaleza, puesto que existe el sustrato necesario para hacer sustentable en el tiempo un entramado productivo más denso, imprescindible para transitar el camino hacia el desarrollo. Otra fortaleza es la recuperación del sistema científico-tecnológico y su revalorización como uno de los pilares esenciales para la reconstrucción de la industria; así como la educación, con la formación superior de orden tecnológico”.

En otro extremo del liderazgo tecnológico, aunque vinculado a las palabras de Reale, con el reciente lanzamiento de ARSAT-2 se torna necesario reflexionar sobre la historia de nuestro país en el campo espacial. Diego Pazos explica: “Contrariamente a lo que se piensa; la Argentina tiene una extensa tradición espacial. La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) es pionera en la región; muchos ingenieros y técnicos trabajan allí. A su vez, hay muchas empresas satelitales y nuestro país históricamente ha exportado especialistas en estos temas. Telespazio, la empresa para la cual trabajo, instaló en la década del 60 la Estación Terrena Balcarce, que recibió señales de la Misión Apolo 11 de la NASA en 1969. Pasaron muchos años hasta que otro país de la región logró tener estaciones como esa. A esto hay que sumarle el impulso que el Estado le ha dado a la actividad en la última década; primero rescatando las posiciones orbitales del país; y luego lanzando la empresa ARSAT para continuar con las actividades que antes se llevaban adelante en NahuelSat. Los satélites ARSAT, los primeros ya en órbita, son un hito importantísimo; así como el proyecto Tronador, SAOCOM, y las actividades de ESA. El Estado está utilizando tecnología satelital para universalizar el acceso a la red y la llegada de comunicaciones donde nunca iban a llegar por ser poco rentables”; y respecto al futuro advierte que “deben definirse reglas claras para las empresas satelitales”.

 “La recuperación del sistema científico tecnológico impone la creación de ámbitos de interacción con el sector productivo tales que permitan orientar cada vez más eficientemente los recursos invertidos. No debemos abandonar la investigación básica, pero es preciso que la investigación aplicada interactué con el ámbito industrial, asegurando procesos de transferencia de conocimiento que redunden en mayor valor agregado y menor dependencia tecnológica externa”, agrega Reale. En este sentido, el Ing. Pazos entiende que el avance del desarrollo tecnológico se logra “generando y financiando proyectos, e incentivando a las industrias a instalarse en el país para producir desde la Argentina hacia el mundo. Hay mucho por hacer, es necesario generar políticas concretas, con recursos humanos formados en el país y con reglas claras para la importación de insumos, exportación de productos y giro de utilidades. Todos tienen que ganar; el país, su gente y quienes invierten”.

El Ing. Reale augura “una Argentina avanzando hacia la consolidación del crecimiento, que devenga en desarrollo. Desde el punto de vista de las PyME es necesaria una transformación integral del sistema financiero. No basta con los esfuerzos Estado; sino que es necesario reorientar el conjunto del ahorro nacional para que, en lugar de financiar casi exclusivamente al consumo lo haga también, y de modo creciente, a la producción industrial. Otro aspecto es la reformulación del sistema tributario, clave en la redistribución de la riqueza generada”.

El rol del ingeniero como líder tecnológico

 Respecto al papel que juegan los ingenieros en el camino por recorrer, Diego Pazos comenta: “Los ingenieros en posiciones de liderazgo tenemos que volver a creer en que el desarrollo tecnológico es posible en Argentina. Por muchas décadas hemos integrado sistemas, implementado soluciones; pero no las hemos desarrollado en el país. Hay que traccionar el desarrollo local. Lo que se hace en Tierra del Fuego es un punto de partida, la provincia de San Luis tiene polos tecnológicos para desarrollo de software. Hay algunos focos donde se nota un cambio; pero creo que por el momento son esfuerzos aislados, es importante que se sostengan”. En sintonía, Pablo Reale agrega que “la mayor capacidad tecnológica de nuestra industria será el sustento de una sociedad en ascenso, cada vez más inclusiva. Esto solo se logrará si tenemos independencia desde el conocimiento; y si lo podemos aplicar y gestionar desde la práctica, con lo cual el rol de los ingenieros es trascendental en el tránsito del camino al desarrollo”.

En torno a la necesidad de graduar más ingenieros, Pazos opina que “el mercado laboral habla por sí solo. No hay una gran movilidad de ingenieros ya que las empresas los quieren retener. Las especialidades en ingeniería divergen, cada día hay más áreas en las cuales especializarse y aumenta la demanda de ingenieros. Ahí aparece otro problema, la deserción en las carreras cuando la salida laboral llega demasiado rápido”.

Por su parte, Andrés Cavallari considera que “la Ingeniería es una profesión relacionada con la tecnología, el abordaje sistémico de desafíos, y está presente en el ámbito académico, industrial, de la construcción, de la explotación de recursos naturales, de la energía, la investigación y el desarrollo; hasta en la administración pública, entre otras. En este sentido el Ingeniero tiene la posibilidad concreta, y la responsabilidad, de contribuir positivamente en el desafío de la sustentabilidad. Por su enorme potencial energético y productivo, nuestro país tiene la posibilidad, no solo de recuperar el auto-abastecimiento energético; sino de ser exportador de energía. Tenemos la capacidad técnica y los recursos humanos para hacerlo. El desarrollo industrial traerá más trabajo, mayor consumo interno, más exportaciones, necesitaremos más infraestructura; y allí estarán los ingenieros civiles, eléctricos, navales, ferroviarios y viales, haciendo su aporte. Incluso considero que necesitamos más ingenieros en la administración pública. En todo está la Ingeniería”.

Por su parte, el Ing. Marcolongo invita que los ingenieros se animen “a seguir creando empresas. Son las PyME las grandes generadoras de empleo. La tecnología está presente en todo lo que hacemos y consumimos. El contar con start up de base tecnológica hace que las economías se desarrollen y puedan aprovechar al máximo sus recursos. En Argentina se están comenzando a implementar políticas que van en esa vía pero aún desarticuladas con medidas de largo plazo. Somos un país donde por cada 300 ingenieros se graduan 1000 abogados. Necesitamos revertir esa situación y llevarla a la de los países desarrollados”.

En este camino, los ingenieros deben abrir su espectro y trabajar en tándem con otros profesionales y con una visión transversal. “El ingeniero debe buscar complementarse, formando equipos de trabajo con profesionales de marketing, administración de empresas o diseño. Cuando más multifuncional sea el equipo, más se puede aprender y mejores decisiones se toman” opina Marcolongo. En tanto Cavallari agrega que “es hora que el Ingeniero empiece a abrirse más a la sociedad, que deje de ser una profesión preponderantemente industrial y del ámbito privado; y empiece a ocupar lugares de mayor influencia en el diseño de normativas y programas nacionales estratégicos. Veo muy sano fomentar la diversidad profesional en estos ámbitos”.

Para el Ing. Pablo Reale, “es imprescindible la capacidad de interacción con diferentes tipos de profesionales de áreas no tecnológicas, con el fin de catalizar los procesos de puesta en práctica de planes estratégicos basados en la innovación, a partir de amortiguar las tensiones que dichos planes generan entre sectores no afines a la tecnología, pero con poder sobre la asignación de los recursos. El Ingeniero tiene un rol clave como nexo natural en las redes que conforman el sistema productivo”.

La Facultad y el desafío de formar a los líderes del mañana

El Ing. Gabriel Marcolongo reflexiona que, frente a los desafíos planteados a los ingenieros como líderes tecnológicos, la UTN Buenos Aires “siendo la Facultad de Ingeniería más grande del país; afronta una gran responsabilidad. Tenemos muchos graduados destacados en distintos campos y el desafío es seguir formando profesionales que sean ejemplo de integridad, a la vez de poder cautivar nuevos estudiantes; con planes de estudios actualizados y a través del prestigio que brinda egresar de esta Casa”.

Para el Ing. Andrés Cavallari, la Facultad debe esforzarse por incrementar la cantidad de ingresantes, acercándose e interactuando con el alumnado de colegios secundarios, técnicos y no técnicos, para promocionar su oferta académica y las posibilidades de salida laboral; trabajar sobre la deserción con más inclusión, sin asistencialismo y con incentivos adecuados como becas de estudio, refuerzo académico para ingresantes, coaching para estudiantes avanzados; y por desarrollar fuertes vínculos con las empresas, desde un sistema de pasantías que enriquezca la experiencia del alumno durante su cursada, y brinde posibilidades concretas de trabajo calificado para quienes se gradúan”. En este marco, el Ing. Pablo Reale considera fundamental “la institucionalización de las relaciones, densificando el entramando de las redes existentes y creando nuevas. El rol de la Facultad es el de constituirse como un nodo dentro de ellas, interconectando el mundo del conocimiento con el ámbito científico, empresarial, de los trabajadores y del Estado”.

Por su parte, Diego Pazos agrega: “Es importante que la Facultad siga formando profesionales; que los trabajadores logren terminar sus carreras. La UTN Buenos Aires ofrece al mercado graduados con mucha experiencia y eso no se ve en la mayoría de los países del mundo”.

Perfiles

Marcolongo Tapa

Gabriel Marcolongo: Graduado de Ingeniería en Sistemas de Información y emprendedor; es socio fundador de Incluyeme.com, el portal de empleo inclusivo enfocado en la incorporación laboral de personas con discapacidad. Obtuvo premios en BAITEC, Start Up Chile, Impactec y en IAE Business Scholl, entre otros. Es docente de la asignatura electiva Desarrollo Emprendedor; y fue orador de TEDxUTN

Pazos Tapa

Diego Pazos: Graduado de la carrera en Ingeniería Electrónica, es Gerente de Operaciones y Mantenimiento de la estación Mendoza de la Agencia Espacial Europea (ESA), que monitorea misiones no tripuladas al espacio. Tuvo un rol fundamental en la misión Rosetta, que posó al robot Philae en el Cometa 67P.

Tapa Andrés Cavallari

Andrés Cavallari: Graduado de Ingeniería Química; es Gerente General de Retail (EESS) en Shell Argentina. Posee el Posgrado Retail Loyalty Marketing en la Universidad de Belgrano, y conocimientos en Planificación comercial; Project Management; Partnership Management; Impacto Ambiental; Marco Legal; Finanzas; Marketing; Coaching; Liderazgo; y Mejora Continua, entre otras.

Reale Tapa

Pablo Reale: Graduado de Ingeniería Eléctrica; en 2014 fue electo como Presidente de la UIPBA (Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires). Es Vicepresidente del Consejo Asesor para la Competitividad Industrial de la Provincia de Buenos Aires. Fue Presidente de la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria Metalúrgica Argentina.

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