Mes de la Mujer: tres historias para homenajear a las #MujeresUTNBA

En el marco del día de la mujer, la Facultad decidió contar la historia de una graduada, una estudiante y una no docente de la UTNBA en forma de homenaje.

Alejandra Vázquez, se graduó en la UTNBA como Ingeniera Industrial, y hoy se desempeña como Responsable del Voluntariado Tecnológico del Área de Compromiso Social Universitario. Además, es representante de graduadas en la Comisión Asesora del Protocolo Contra la Violencia de Género.

“Este año se cumplen 20 años desde que inicié mi camino en la UTNBA. Cuando terminé el secundario comencé el CBC en la UBA para otra carrera. Pero en cuanto la empecé me di cuenta que no era lo que quería. Sentí que no me llenaba, que me faltaba ampliar el campo de conocimiento. Me tomé ese año para estudiar y averiguar qué era lo que realmente quería hacer. Una amiga mía estaba estudiando Ingeniería Química en la UTN y me recomendó que me fijara en la carrera de Ingeniería Industrial porque le parecía que estaba relacionada con lo que yo quería hacer”, explico Vázquez.

Así fue como se acercó a la Facultad. Se contactó con las personas responsables del Departamento de Ingeniería Industrial para informarse sobre cada una de las salidas profesionales. También se relacionó con estudiantes para que le contasen sobre su vida universitaria y sus expectativas. Además, fue a diferentes universidades, pero “finalmente elegí la UTNBA porque es la que tenía un mayor vínculo con las personas de la carrera y mayor contención. Ingeniería es una carrera que tiene mucho para ofrecer en cuanto a la cantidad de contenidos que abarca y le da la posibilidad a uno de elegir después en que área especializarse y hacia donde ejercerla”.

La Responsable del Voluntariado Tecnológico destacó que durante su carrera siempre se sintió acompañada, tanto por la Facultad como por su grupo de amigos y que “haber cursado los 5 años con las mismas personas, con las que seguimos siendo amigos al día de hoy, también te ayuda a no abandonar. Creces y te desarrollás junto a tus compañeros”.

Catalina Marinero comenzará durante 2019 con su tercer año como estudiante de la carrera de Ingeniería Química. Desde muy chica se interesó por la matemática y sentía la necesidad conocer el origen, cómo están creadas y formadas. En la escuela secundaria su camino tuvo un profesor que la incentivó a que estudiase química. Fue él quien me recomendó la Facultad como lugar de estudio.

“La UTN Buenos Aires siempre fue mi primera opción por todas las recomendaciones que recibí. Cuando comencé a interiorizarme me encontré con muchos estudiantes que te incentivaban y recomendaban estudiar acá. El trato personal que te dan desde antes de ingresar es lo que definió mi elección. Todos los estudiantes de la UTNBA son apasionados por ella. Desde los administrativos hasta a los profesores, el sentido de pertenencia es muy fuerte”, expresó Marinero.

“La Facultad va más allá del estudio en sí –agregó-. Si bien los profesores te incentivan todo el tiempo a estudiar, a que les hagas preguntas inclusive fuera del horario de clase, y que seas un participante activo dentro de la Facultad, y te involucres. Porque, si bien es la parte académica, es muy importante formar buenas ingenieras e ingenieros desde lo social y lo personal”.

Catalina, quien además forma parte de la Comisión Asesora del Protocolo Contra la Violencia de Género, tiene como objetivo a corto plazo obtener el título de Técnica Química para poder comenzar a trabajar de lo que la apasiona y especializarse, para continuar con la carrera de Ingeniería mientras ejerce.

Mercedes Calzón Flores es Licenciada en Ciencias Políticas. Terminó el secundario con la certeza de que al finalizar su último año debía estudiar algo relacionado a las ciencias sociales. “Mis papás son abogados, así que esa era una alternativa, pero no me convencía. Entonces decidí probar con Ciencia Política. Me parecía una carrera muy amplia, ya que tiene contenidos de historia, economía, de derecho”, explicó.

En 2008 comenzó a trabajar en la UTNBA, en el Departamento de Aprendizaje Visual, dentro de la Secretaría de Cultura y Extensión Universitaria, donde se dedicaban a “establecer el vínculo entre la Facultad y las escuelas medias. Después pasé al Área de Desarrollo Social, actualmente área de Compromiso Social Universitario (CSU), donde me desempeñé como Coordinadora del Programa Inclusión Digital, que es para chicos que residen cerca de la sede Campus y de Piletones. Allí se hacen diversos talleres tecnológicos en su mayoría”.

Desde hace tres años forma parte del equipo de la Dirección de Cultura de la Facultad, donde se ocupan de la presentación de grupos musicales, muestras de arte. Además, a partir de 2014, la UTNBA comenzó a trabajar fundamentalmente con adultos mayores. “La Secretaría de Cultura y Extensión tiene un programa muy importante que se llama Experiencias Universitarias Para Personas Mayores, en el que trabajamos en conjunto con el Área de CSU, donde se ofrecen diversos cursos, gratuitos, para mayores de 60 años. Hay talleres de macramé, estimulación cognitiva, video, ciencia política. La oferta es muy variada”, expresó Calzón Flores.

Además, al encontrarse en el ámbito de la Facultad, comenzó a indagar en la educación, lo que la llevó a estudiar la Licenciatura en Tecnología Educativa, en la UTNBA, de la que solo le resta entregar la tesina.

Las dificultades de adaptar la vida personal a la profesional

Encontrar un equilibrio entre la vida personal y la profesional siempre es complejo, y muchas veces para la mujer representa un desafío mucho mayor. “Es difícil compatibilizar la vida personal con el estudio o trabajo. Una se va adaptando a medida que van ocurriendo cambios. Cuando tuve mi primer hijo se me presentó la típica disyuntiva de si dejaba mi vida profesional y me dedicaba a mi familia o continuar con mi carrera”, explicó Alejandra Vázquez.

“En realidad –continuó-, no deberían ocurrir ninguna de las dos cosas. Si se logra un equilibrio tendrían que ser totalmente compatibles. Cuesta, pero a medida que uno va adquiriendo experiencia, tanto en lo laboral como en lo personal, se está más cerca de conseguirlo. Vale la pena hacer las dos cosas, porque ambas apasionan”.

Catalina Marinero explicó que lo más difícil como estudiante, siendo relativamente joven, es lograr independencia, principalmente en una carrera como ingeniería que requiere muchas horas de estudio. Eso acorta las posibilidades de ir a la Facultad, trabajar, disponer de tiempo para sentarse a hacer ejercicios y tener una vida personal.

El desafío de afrontar los prejuicios sobre las mujeres en carreras duras

“Nunca me preguntaron por qué elegí ciencia política siendo mujer. Sí es verdad que hay mucho preconcepto.  Las personas, con asombro, solían indagar sobre a qué me iba a dedicar, o si quería ser Diputada. Por suerte dentro de todo en mi carrera hay igualdad en la proporción de mujeres y hombres”, expresó Mercedes.

En cambio, Catalina Marinero aseguró que muchas veces le preguntaron si creía que iba a ser capaz de terminar su carrera o que “estaba perdiendo el tiempo y que mejor me buscase otra carrera”.

Comisión Asesora del Protocolo Contra la Violencia de Género y creación de la Red de Mujeres

Todas las denuncias o consultas sobre violencia de género son manejadas de forma confidencial por parte de la Directora del Protocolo de Género y la Unidad Operativa, compuesta por profesionales especialistas en ese tema.

“La Comisión Asesora se creó para asistir al Protocolo de Género, y está conformada por un integrante de cada uno de los claustros. Una Graduada, una estudiante, una docente y una no docente”, explicó Alejandra Vázquez.

La función de la Comisión es difundir, dentro de la comunidad tecnológica, la existencia del Protocolo, los canales institucionales de comunicación y además proponer actividades que refieran a la formación de la temática de género. La representante de graduadas en la Comisión Asesora del Protocolo Contra la Violencia de Género, opinó que para la Facultad es importante que, “si vamos a aplicar un protocolo, la gente esté formada e informada sobre lo que va a suceder, mediante talleres y seminarios”.

“El año pasado –agregó- inició un curso de introducción a las temáticas de género, abierto a toda la comunidad de la UTNBA. A partir de febrero ampliamos el trabajo con la creación de la Red de Mujeres, de la que participan graduadas, estudiantes, docentes y no docentes, para colaborar con la Comisión Asesora. De esta forma, cualquier persona de la comunidad se puede acercar a proponer ideas, campañas de reflexión o difusión”.

El objetivo planteado por la UTNBA, además de conseguir mayor paridad en el número de estudiantes hombres y mujeres, es alcanzar la igualdad de oportunidades, desde la inscripción a la Facultad, el trascurso de la carrera y después, ya como graduadas, en la salida laboral. Desde el Área de Desarrollo Profesional, y otros sectores, se busca que las ofertas laborales que llegan a la Facultad, no sean excluyentes por género. “La intención no es hacer diferencia, ni a favor ni en contra, sino incentivar a las mujeres. Es un trabajo que va a llevar tiempo pero que ya la UTNBA puso sobre la mesa, instalándolo e invitando a la reflexión, y eso es un gran avance”, explicó Vázquez.

Este año fue la primera vez que, a través de la Red de Mujeres, se convocó desde la Facultad a estudiantes, graduadas, docentes y no docentes marchar juntas por primera vez. “Fue una experiencia increíble. Hoy se puede ver mucha juventud participando, todas unidas por un objetivo común”, concluyó Catalina Marinero.

Las vías de comunicación  para realizar consultas o denuncias son: protocolodegenero@frba.utn.edu.ar , o por Whatsapp, al 11-5721-3933.

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