Se cumplen 100 años de la Reforma Universitaria

En 1918 los estudiantes universitarios se organizaron para liderar la transformación de la Universidad, 100 años después ese legado permanece y se actualiza.

Publicada el 15 de junio de 2018. Categorías: Institucional, Todas las noticias. Etiquetas: , , , .

El 15 de junio de 1918 los estudiantes cordobeses irrumpieron en la sede de la Universidad de Córdoba para evitar que se consagrara Rector a un exponente de la corriente clerical de esa Casa de Altos Estudios, en lo que se conoció luego como el Grito de Córdoba. Ese fue uno de los hitos que le dieron vida al movimiento Reformista que se venía gestando desde fines de 1917.
El clima de época era de lucha por ampliar los derechos sociales. Argentina vivía la primera presidencia democrática tras la sanción de la Ley Sáenz Peña, los obreros se sindicalizaban mientras que los sindicatos se debatían entre el comunismo y el anarquismo.
El primer gobierno de Hipólito Irigoyen introdujo las negociaciones colectivas o laudos arbitrales, pero también, cuando no se lograba llegar a un acuerdo, ordenó represiones.
Mientras tanto, el mundo buscaba ponerle un punto final a su Primera Guerra Mundial y la onda expansiva de la Revolución Rusa alcanzaba latitudes impensadas; en América Latina al eco de la Revolución Mexicana se sumaba el estruendo de la caída de Gran Bretaña como principal socio comercial de la región y su reemplazo por Estados Unidos. Europa dejaba de ser el faro de la modernidad y surgían los primeros nacionalismos.
Los estudiantes no estaban ajenos a esos procesos históricos y sociales y pronto esa lucha tuvo su correlato hacia el interior de las Universidades.
 
El germen reformista
Mientras que socialmente se vivían tiempos de cambios, la Universidad seguía dominada por una visión conservadora de la educación, que la limitaba a las elites, mantenía los programas de formación muy rígidos y evitaba la renovación de las cátedras y consecuentemente sus ideas.  Eso despertó en los estudiantes el deseo de cambiar el status quo.
El hecho que desencadenó las protestas estudiantiles que derivaron en la Reforma fue el cierre del internado del Hospital Nacional de Clínicas de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba, en el que vivían los alumnos que venían de lejos.
El 1º de diciembre de 1917, las autoridades universitarias anunciaron la supresión de la pensión de los estudiantes por “razones económicas y morales”, lo que desató fuertes protestas de los estudiantes, encabezados por Alfredo Degano, Presidente del Centro de Estudiantes de esa Facultad.
Se elaboró petitorio que se elevó al Ministerio de Justicia e Instrucción Pública, en el que se exigía la renovación urgente de los docentes, la reforma de los planes de estudio y se cuestionaba con dureza la supresión del internado. En paralelo, publicaron un manifiesto para que los estudiantes de medicina no aceptasen puestos de practicantes en el Hospital de Clínicas. Pero las autoridades de la Facultad no dieron respuesta.
Luego del receso de verano, los Centros de Estudiantes de las Facultades de Ingeniería, Medicina y Derecho convocaron a todos los estudiantes a luchar por el cambio de lo establecido en esa Facultad.
El 10 de marzo de 1918 se realizó una huelga estudiantil y se creó el Comité Pro-Reforma integrado por un estudiante por unidad académica, presidido por Ernesto Garzón, Horacio Valdéz y Gumersindo Sayag. Pero el Consejo Superior decidió “no tomar en cuenta ninguna solicitud estudiantil”. Para el 1ero de abril, el paro estudiantil continuaba y las clases no comenzaban.
Las protestas eran cada vez más encendidas y el entonces presidente, Hipólito Yrigoyen decidió recibir a Gumersindo Sayago, Horacio Valdés y Enrique Barros, representantes del Comité Pro– Reforma.
 
Los estudiantes se organizan
Los tres representantes del Comité Pro-Reforma visitaron en Buenos Aires además, a líderes estudiantiles que estaban en la misma lucha. El 11 de abril se conformó la Federación Universitaria Argentina (FUA), presidida por Osvaldo Loudet.
En paralelo, Yrigoyen envió al Dr. José Nicolás Matienzo como interventor del gobierno a la Universidad, tras la reunión que mantuvo con los estudiantes cordobeses.
Casi inmediatamente después de asumir, Matienzo redactó e hizo aprobar un nuevo estatuto para la Universidad de Córdoba que reemplazaría al de 1893, al que consideró restrictivo porque dejaba el gobierno en manos de cuerpos vitalicios y excluía a los profesores.
Se convocó a una nueva Asamblea Universitaria para el 31 de mayo, integrada por la totalidad de los profesores titulares y suplentes. Durante ese mes se eligieron democráticamente los Decanos de las tres facultades que existían: Derecho, Medicina y Ciencias Exactas. En todas ellas ganaron los candidatos de los partidos que representaban las ideas reformistas.
Durante la Asamblea se proclamó a Belisario Caraffa como Vicerrector y la elección de Rector se pasó al 15 de junio. Si bien todo indicaba que ese día se elegiría como Rector al Dr. Enrique María Paz, uno de los impulsores de la Reforma, la Asamblea de Consejeros eligió al Dr. Antonio Nores, candidato de la asociación de raíz católica “Corda Frates”. Pero los estudiantes irrumpieron en el salón, lo desalojaron, impidieron que se consumara el acto y declararon una nueva huelga.
El 17 de junio, Nores asumió como Rector, lo que generó nuevos hechos de violencia. La Federación Universitaria de Córdoba reclamó su renuncia y difundió el Manifiesto Liminar, dirigido a “los Hombres Libres de Sud América”, redactado por Deodoro Roca. Los estudiantes de todo el país y los obreros se plegaron a la huelga.
Continuaron las protestas y el 6 de julio, Fray Zenón Bustos, Obispo de Córdoba, acusó a los estudiantes de “prevaricato franco y sacrilegio”. Cinco días después, el Consejo Superior clausuró la Universidad.
El 21 de julio comenzó el Primer Congreso Nacional de Estudiantes en Córdoba, convocado por la FUA. Allí se proclamó la necesidad de la autonomía, gobierno tripartito paritario, asistencia libre, régimen de concursos y periodicidad de la cátedra, impulso a la investigación, y modernización de los métodos de enseñanza.
Ante esa situación, Nores renunció al rectorado y lo siguieron un gran número de profesores. Se produjeron nuevas manifestaciones estudiantiles y el presidente designó a un nuevo interventor de la Universidad de Córdoba, el Dr. José Salinas.
Salinas volvió a reformar los estatutos, esta vez contemplando gran parte de los reclamos de los estudiantes, aceptó la renuncia a sus cátedras a numerosos profesores. Y a partir de allí, muchos reformistas como Arturo Capdevilla, Deodoro Roca, Arturo y Raúl Orgaz, entre otros, comenzaron a dictar clases.
 
El Grito de Córdoba se escucha en todo el país
El espíritu de la Reforma era democratizar el acceso a la Educación superior. En ese sentido, en 1919 se creó la Universidad Nacional del Litoral.
Mientras tanto, en La Plata, la Asamblea de Estudiantes aprobó un duro manifiesto y declaró la huelga. Las protestas se extendieron y en 1920 renunció Rodolfo Rivarola, Presidente de esa Universidad, lo que dio lugar a la reforma de los estatutos.
Entre 1921 y 1922 no sólo se nacionalizó la Universidad de Tucumán sino que Mario Sáenz, un reformista, fue elegido Decano de la Facultad de Derecho de Buenos Aires. En septiembre de 1921 se celebró en México el primer Congreso Internacional de Estudiantes, en el que se creó la Federación Internacional de Estudiantes. Y el 11 de abril de 1922 se aprobaron los estatutos reformistas de la Universidad del Litoral.
 

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